miércoles, 27 de agosto de 2025

RUTA 5 DÍAS POR LANZAROTE


Parecía que 5 días y 5 noches nos iban a dar para mucho pero no. La isla puede ser pequeña pero tiene tanto que ofrecer, ver y descubrir que poco tiempo hemos tenido para relajarnos y disfrutar de la paz que se respira en ella. Era mi primera vez allí por lo que también entraba en mis deseos el fundirla y explorarla de arriba a abajo para llevarme grabados a fuego en la memoria tantos sitios raros, preciosos, mágicos y únicos que regala. Esta es la ruta que hicimos de Sábado a Jueves en la llamada "Isla diferente".



Llegamos al aeropuerto de Lanzarote bastante temprano. Cogimos a sabiendas un vuelo que llegase pronto para aprovechar el tiempo. A las 9:30h (hora canaria) ya estábamos buscando dónde recoger el coche de alquiler y ponernos en ruta. Una furgoneta nos recogía en el aeropuerto y nos llevaba hasta las oficinas a escasos 5 minutos en coche y, una vez allí el trámite fue rápido por lo que nos montamos en el coche, paramos a desayunar en Puerto del Carmen, que estaba cerca y de camino al sur de la isla. En nuestro caso nos hospedábamos en Órzola, el pueblo más al norte de la isla por lo que, aprovechando que el aeropuerto estaba más cerca del sur y teníamos todo el día, decidimos explorar todo el sur para no tener que hacer tantos kilómetros el resto de días y optimizar un poco el tiempo y el ahorro de gasolina. Como veis, tenía todo pensado para ahorrar lo máximo posible y que el tiempo nos diese lo más de sí.

La siguiente parada estaba programada en Playa de la Arena, una playa de arena negra situada en el pueblo de Playa Quemada. Había un camino que llevaba a ella por un terreno de tierra que hacía una bajada algo complicada si la deben bajar niños o personas mayores pero una vez abajo vimos que desde el extremo mas occidental del pueblo se puede acceder al mismo sitio. En la foto de la derecha veis a un servidor entre las rocas, con un acantilado negro e impresionante detrás. La marea estaba, de ahí tanta roca en la orilla y, al fondo, se observa el pueblo de Playa Quemada hasta el que fuimos andando por la arena. 
Todo eso tras hacernos varias fotos aprovechando el contraste de rocas y arena negra con el agua cristalina. Contemplamos un rato la primera playa que yo veía de la isla y una de mis favoritas por los contrastes y, después, cogimos el camino fácil hasta el pueblo (escasos 100 metros) y vuelta al coche para continuar.

Seguimos hasta Playa del Papagayo. Para entrar en la zona con el coche, vimos que era necesario pagar (creo que sobre 3€) por entrar en zona protegida. Una vez dentro un camino de tierra te lleva a cuatro playas. La principal y más conocida es la del Papagayo, con agua super cristalina, esta vez arena dorada y rocas, perfecta para hacer snorkel. Y, de paso, paramos en Playa de la Cera, de iguales características aunque algo más extensa. El tiempo estaba soleado pero tampoco como para remojarse. Soy friolero como el que más y no me bañé casi en todo el viaje pero tomar un ratito el sol y disfrutar de los paisajes es uno de mis hobbies favoritos. 
Se acercaba la hora de comer y decidimos aprovechar y parar en Marina Rubicón, un puerto muy bonito con varios restaurantes y tiendas. Apenas un paseo por ahí y continuamos hasta Los Charcones, situado al este de Lanzarote y donde íbamos a ver unas piscinas naturales que se han formado por la erosión del mar, dejando algunas pozas muy chulas para fotografiar, disfrutar bañándose o, simplemente, ver. La marea estaba baja pero no bajamos porque había muchas rocas y bañarnos no era nuestro objetivo. La llegada en coche hasta allí es de difícil acceso. Todo tierra pero muchísimos baches y piedras en el camino. ¡Cuidadín con el coche, que es de alquiler!. Y justo al lado un hotel abandonado que llaman "Ghost Hotel", escenario original junto a la costa para hacer alguna foto.
Y de ahí ya fue suficiente por hoy para subir hasta el pueblo donde nos alojábamos y descansar un poco o pasear por él. ¡Mañana sería otro día!


Dormimos bastante, que las vacaciones también son para descansar y, al despertar, desayunamos en el apartamento para ahorrarnos gastos. Es una de las ventajas por las que cogimos apartamento con cocina e intentar no derrochar tanto en lugares que ni conocíamos ni teníamos referencias de cómo se comía. Ya veis que lo de las rutas gastronómicas no es lo mío... A media mañana llegamos a Teguise, primera visita de hoy que aprovechábamos que era domingo para visitar su mercado por el Casco Antiguo del pueblo (único día a la semana que lo montan). Difícil aparcar pero es un encanto de pueblo (con poca sobra) donde montan decenas de puestos con ropa, recuerdos, dulces típicos, productos artesanos... Muy chulo para darse una vuelta entre el gentío que visita la zona. Después de eso, iríamos a la popular Fundación César Manrique, no muy lejos de allí y que se trata de la casa que se montó el famoso pintor, escultor y artista canario con su particular visión de un gusto exquisito, tropical donde ligaba con armonía el equilibrio entre arte y naturaleza.

No deja de ser una simple casa pero es original de ver y creo merece la pena conocer, a través de ella, al artista que falleció cerca de ahí en 1992. Tampoco está muy lejos de ahí un cráter (cuyo nombre oficial no he encontrado) nada masificado de turistas (al menos cuando nosotros fuimos estuvimos solos todo el rato) pero que me impresionó ver porque te adentras en él y puedes ver la dimensión de lo que sería su erupción. Es un sitio muy fotogénico y se puede aparcar a escasos 50 metros. Y siguiendo la misma línea, nos adentramos hasta Las Grietas. Así es como se llama la zona (esta sí, masificada) donde la tierra se abre y la erosión del paso de los años hizo el resto: Un pasillo estrecho para meternos de lleno en la tierra y ver las formas redondeadas y colores que el tiempo ha logrado conseguir. se puede aparcar muy cerca en una gran explanada habilitada para ello junto ala carretera. Una vez allí, apenas hay que andar unos metros para entrar en ellas, o bien desde arriba, cuyo acceso es algo más complicado para mayores, y por abajo, donde puedes entrar mas fácilmente y dar la vuelta cuando la subida se pone complicada. Es estrecho, y al estar en la ladera de la montaña, hay un tramo en el que si vas por arriba, debes bajar para adentrarte y, en cambio, si accedes desde abajo puedes darte la vuelta llegado a ese punto. Ojo con los esguinces si veis dificultades en el terreno, que no seríais los primeros en jodeos el viaje. Y otra cosa importante: Respetad el entorno. No arranquéis piedras de las paredes, no modifiquéis nada, no escribáis las iniciales de vuestro nombre y el de tu pareja... Es un sitio muy chulo para ir, hacerse unas fotos y volver.
Y hasta ahí nos dio el día. Eso sí, al volver al apartamento, pasamos por un par de playas de paso que también merecían contemplarlas al atardecer. Playa del Caletón Blanco y Playa de la Cantería, muy cerca de donde nos quedábamos.




Amanecer en Órzola, aunque nosotros amanecimos algo después de la salida del sol. Desayuno en el apartamento y cerveza en un Restaurante del Paseo Marítimo, cerca del puerto de donde salía el ferri para poner rumbo a La Graciosa. Y allá que nos fuimos, a esa remota isla muy cerca de Lanzarote y que es la segunda menos poblada de todo el archipiélago Canario, sólo por detrás de Isla de Lobos, un pequeño islote cercano a Fuerteventura, la isla vecina de Lanzarote, que sólo tiene un habitante censado según datos del INE. En La Graciosa hay sólo dos municipios: Caleta de Sebo, con 720 habitantes y que es donde te deja el ferri y Pedro Barba, situada algo más al norte y con sólo 3 habitantes censados. Como dato curioso, hay mas bicis que habitantes en esa isla ya que no hay asfalto en toda la isla y la bicicleta es el medio de trasporte mas popular. 
Visitamos la encantadora isla y cómo envidiamos con pasar una noche allí aislados del mundanal ruido... Vimos Caleta de Sebo, tomamos el sol en Playa del Salado, no muy lejos de allí andando y dejamos para otra ocasión la Playa de la Cocina, la cual un amigo me vendió como "la mejor playa del mundo" y que está a los pies de la Montaña Amarilla (visible en la foto de abajo), monte no tan amarillo que si divisábamos desde allí.


Un paseo por las calles casi desiertas, por las traseras de los múltiples apartamentos turísticos aún vacíos por temporada baja, supongo, y tras respirar la calma y bañarnos de paz, regreso a Lanzarote en el último ferri.
De nuevo en Órzola, cogimos coche y visitamos la Playa de Famara, la cual nos unía algo pendiente con ella y allí que fuimos a rendir cuentas pero nada de baños. Hacía fresco, muchísimo aire y la playa tiene demasiada corriente como para probar suerte si no eres amante del surf u otro deporte acuático que requiera de viento. Una de papas arrugas en Caleta de Famara (el pueblito situado al lado) y a descansar de otro día completo, productivo y especial.


Nueva jornada, esta vez algo nubosa, pero fresquita para hacer turismo. Hoy tocaba disfrutar de uno de los pocos Parques Nacionales que tiene el país. Turno del Parque Nacional Timamfaya y, como era de esperar, por temprano que quisimos llegar, nos tragamos la típica cola en la que estuvimos una hora aproximadamente. En estos casos es bueno tener paciencia, buena música y tomárselo con filosofía. Otra opción era coger una de las excursiones que organizan en autocar. Sale algo más caro, tampoco mucho, y te ahorras la cola ya que el bus tiene acceso prioritario al parque pero quisimos vivir la experiencia a tope. Eso y que cuando quisimos mirar entradas ya no había buses disponibles... El Parque es precioso, tu dejas el coche y tras una breve visita junto al Restaurante que hay arriba, después te montas en un autocar (que entra con la entrada del Parque) y ya te lleva de ruta por zonas inhóspitas, mágicas y con vistas, leyendas o historias apasionantes detrás. Y tras esta experiencia, visitamos puntos no muy lejos de allí para aprovechar los kilómetros. Empezamos por Los Hervideros, situado en la costa y que no es mas que un breve paseo entre rocas para ver como las olas rompen con fuerza dejando el rastro de su destrucción durante años y años de erosión. El aparcamiento es gratuito y de fácil acceso, al menos cuando nosotros fuimos. Seguimos hasta Playa de Montaña Bermeja cuando empezaba a abrir el día y salir el sol con algo más de intensidad. Es una playa hermosa, de arena negra y con el contraste de un pequeño lago verde y la Montaña Bermeja con tonos rojizos y aspecto marciano detrás. No sé para el baño pero para unas fotos chulas, es estupenda. Y 70 fotos después, no muy lejos de allí, otra postal sacada de película marciana:
Playa Charco de los Clicos
. Sólo es visible desde el mirador con el mismo nombre, al cual se accede si tomas la carretera rumbo a la población El Golfo. La playa está cortada al acceso pero desde el mirador será suficiente para llevarte un recuerdo imborrable y unas fotos llenas de contrastes. Antes de comer, queríamos ver la Bodega La Geria (foto de la izquierda), popular en la zona y muy pintoresca por la extensión de esas típicas formaciones semicirculares que protegen las parras a lo largo de las hectáreas que rodean la nave. Un vinito en la zona, un vistazo a productos típicos y artesanos de la zona y, ahora sí, parada para comer en el primer pueblo que vimos. 
Por la tarde bajamos el ritmo y uno de los rincones de los que menos oímos hablar y mas desapercibido nos estaba pasando, se convirtió en una grata sorpresa cuando lo descubrimos. Telamón es un buque de carga de origen Griego que el 31 de octubre de 1981 sufrió una avería y encalló en la costa de Lanzarote. Y ahí que sigue el tío. Oxidado y medio destruido pero en pie y convirtiendo una pequeña playa de la isla en otro rinconcito desapercibido y especial al ver la impresionante estructura varada y abandonada a su suerte. Las fotos hablan por si solas pero verlo allí, nos pareció espectacular.
Camino al apartamento, descanso en Playa Jablillo, de Costa Teguise donde ya empezaba a refrescar y, ya en camino a Órzola y sin casi desviarnos, parada técnica en la Antigua Rafera, un lugar singular con curiosas formaciones rocosas debido a la erosión de los años.


El último día completo que pasaremos en la isla lo comenzamos con la visita a Los Jameos del Agua (foto de la derecha), que no cae especialmente lejos de donde nos alojamos. No fue mala idea hacerlo por la mañana por la calma que respiramos dentro. Casi lo mismo ocurrió con la Cueva de los Verdes, situada muy cerca de Los Jameos y donde cogimos entrada en el mismo momento, cosa nunca recomendable hacer. Tras el recorrido subterráneo, nos pusimos en marcha hasta Haria, la población donde se encuentra la Casa Museo de César Manrique y que teníamos aún pendiente visitar. Es un recorrido por una de las viviendas del conocido artista, que mantiene su esencia y estilo característico en la distribución y decoración. Curioso de ver aunque caro para lo que es en sí. Fueron unos 10€ que nos hubiéramos ahorrado, la verdad. Y al terminar la visita y con un par de pueblos que ver en la tarde, buscamos un refugio para comer algo rico y tranquilos para ya en la tarde visitar Punta de Mujeres, pueblito costero con múltiples piscinas naturales situadas en el mar y alguna que otra casita pintoresca para hacer fotos. lo mismo nos ocurrió con Charco del Palo, otra curiosa población cercana a donde estamos y donde si nos explayamos un poco más para tomar el sol y relajarnos. Charco del Palo es un pueblo naturalista muy típico entre el turismo inglés o alemán, con alguna piscina natural a orillas del mar y con muchos lugares para practicar nudismo y respirar paz. Nos dimos un bañito de agua y de sol y tras unos necesarios instantes de calma, ya cuando el sol comenzaba a bajar, tomamos un cóctel en la terraza de Restaurante Jardín Tropical, un curioso bar con piscina interior que encontramos al paso y casi de casualidad. 
Y ahí casi terminó todo... con un regreso a casa que recuerdo entre risas y con una parada en una carretera recta y larga para hacernos unas fotos originales al atardecer. Después... relax en Órzola y a descansar para la vuelta.



VUELO 
Barcelona-Lanzarote: 60€/persona

LUGARES DE PAGO
Jameos del Agua: 16€/persona
Cueva de los Verdes: 16€/persona
Ferry a La Graciosa: 29€/persona
Parque Nacional Timamfaya: 22€/persona
Acceso a Zona de Papagayo: 3€/vehículo
Fundación César Manrique + Casa Museo César Manrique: 17€/persona
COMIDA: 150€ aprox (2 personas)

APARTAMENTO (5 DÍAS) 210€
ALQUILER COCHE (5 DÍAS) 37€
GASOLINA 30€


TOTAL: 
unos 370€/persona aprox.


La clave de viajar si no eres rico es hacer como nosotros, ahorrar en todo lo que puedas sin llegar a la miseria, claro. Las comidas son lo que más dinero se lleva cuando uno sale de casa. Después de todo, son cuatro veces al día las que paramos a repostar nuestro propio depósito. Por ello, elegir apartamentos con cocina nos parece uno de los mejores métodos para recortar gastos. Si, a parte de esto llevas un viaje bien planeado también te ayudará mucho a ahorrar un buen pellizco y, mejor aún, si encuentras algunas ofertas como nos pasó a nosotros con el vuelo y el alquiler del coche.
Si te animas a viajar a Lanzarote, esta fue mi ruta y ahí tenéis mi presupuesto por si os sirve de guía para exprimir la isla al máximo y no derrochar en exceso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.